Una de las responsabilidades y funciones clave entre los directores financieros es el control financiero.
Si este control financiero lo enfocamos en la gestión del área de divisas, el CFO deberá de ser capaz, entre otros, de identificar la exposición al riesgo de tipo de cambio de la organización para poder establecer una política de coberturas, de estimar el t/c de costeo para poder trasladar a los dpto. comerciales y de proyectar potenciales escenarios sobre el t/c y analizar cómo estos afectarían a la empresa.
Todas estas responsabilidades pueden llegar a ser muy costosas en tiempo si no tienes las herramientas adecuadas. Por eso es importantísimo contar con cuadros de mando que monitoricen los datos de tu empresa y te los traduzcan en información valiosa para tomar decisiones.
Muchas veces los CFO se encuentran con que para poder realizar estas funciones tienen que obtener datos de fuentes diferentes y se convierte en algo laborioso y con propensión a errores. En el peor de los casos terminan siendo tareas que no se hacen (o se hacen sin mucho esmero) y esto se traduce en una menor adaptación a las necesidades de la compañía y del sector.
Para la gestión de divisas, es imprescindible obtener datos, transformarlos en información y tomar decisiones fundadas. Por eso los cuadros de mando son herramientas clave para el control de gestión.