En ocasiones se plantean estrategias de cobertura que tratan de implementarse con complejos productos de cobertura, lo cual no garantiza mejores resultados.
Conocer el funcionamiento de un producto nos da mucha “cultura financiera”, pero no nos ayuda nada cuando lo contratamos en contextos de mercado en los que dicho producto no es el apropiado. Sería algo así como comparar un bañador y un abrigo de invierno. ¿Es uno mejor que el otro? Depende del contexto uno puede ser muy bueno o muy malo…
Un producto de cobertura de divisas sencillo, que funciona muy bien en «determinados contextos», es el Forward Plus o Extensible:
En el caso de un importador deberíamos utilizarlo en contextos de mercado lateralizados, en los que la tendencia del Euro es favorable o ligeramente favorable (tendencia de apreciación del Euro) En este caso, un importador podría cubrir sus pagos a muy corto plazo, pero también aquellos que tuviesen lugar a medio plazo.
Sacrificando una pequeña parte de los puntos forward con los que el mercado prima la compra de Dólares a plazos largos, con este producto podemos obtener una mejora del strike, ya que el producto ofrece un “recorrido” limitado que puede ser aprovechado.
Por ejemplo: comprar un Forward Plus puede garantizarnos una cobertura a un strike del 1,1300 (en vez del 1,1360 que obtendríamos con un forward europeo simple) y a cambio darnos la posibilidad de beneficiarnos de un recorrido de hasta los 1,1530. Habrá que esperar al vencimiento del producto para ver sus resultados.
Ahora bien, como con cualquier producto, contratarlo en medio de una tendencia bajista del Euro lo único que nos aportaría sería perder los puntos forward que estuviésemos sacrificando (1,1360-1,1300= 0,0060), puesto que en este caso habría otros productos de cobertura mucho más apropiados. En un caso así, e incluso el forward europeo simple sería mucho más apropiado y rentable.
Como nosotros defendemos, si no se interpreta el contexto del mercado, no hay producto bueno ni malo, sino mayor o menor fortuna.