Cuando un D. Financiero se plantea la contratación del producto de cobertura “acumulador de dólares” el principal motivo siempre es el de lograr un mejor strike que el que obtendría mediante un forward (seguro de cambio tradicional) Pero el resultado final que le dé un acumulador es incierto, y por este motivo han de fijarse unos objetivos muy claros desde el inicio.
¿pretendo acumular el 100% del nominal?
¿asumo NO acumular todo el nominal contratado?
¿asumo poder llegar a acumular un nominal superior al contratado?
Cada empresa sabe cuáles son sus necesidades, y en este caso os proponemos dos ejemplos para el caso de una empresa importadora que paga en dólares:
EJ1: esta empresa puede tener cubiertas una gran parte de sus necesidades para los próximos meses. En este caso, y con un Euro a la baja, puede plantearse contratar un acumulador y situar la barrera de desactivación cercana a la cotización de mercado, a la par que situar la fecha de la primera acumulación pasadas unas semanas/meses desde que llevó a cabo la contratación de este producto de cobertura.
En este caso estaría buscando obtener un muy buen strike, aun a riesgo elevado de quedarse sin acumular durante muchas semanas e incluso meses. Pero puede ser un riesgo que asuma, dentro de una estrategia más global.
EJ2: por otro lado, esta misma empresa podría plantearse contratar el acumulador fijando la barrera de desactivación muy lejana, y posicionando la barrera de acumulación doble cercana a la cotización actual de la divisa. En ese caso, su objetivo sería prevenir una fuerte tendencia a la baja del Euro que le afectase, y buscaría no quedarse desprotegida. Estaría asumiendo la posibilidad de acumular a un strike «mediocre», más dólares de los que querría, si el Euro se diese la vuelta y se recuperase; pero si ha analizado esa situación y le compensa, también es una estrategia legítima.
Nuestra opinión al respecto se completaría con una afirmación con la que estamos totalmente alineados: fijar barreras (KI y KO) sin contar con capacidad técnica para interpretar las tendencias, o los rangos fuertes del mercado, es como lanzar una moneda al aire. En el caso de no poder interpretar los movimientos de la divisa, ni sus rangos, nunca vamos a poder tener un argumento objetivo que determine si una barrera está puesta demasiado cerca como para poder alcanzarse, o excesivamente lejos haciéndonos perder un buen strike.