Hoy en día la gestión del riesgo de las divisas supone una VENTAJA COMPETITIVA. Hacerlo un 2%, 3% ó 4% mejor que los competidores, año tras año, otorga una ventaja competitiva. Cada vez más empresas lo plantean de este modo.
Ninguna empresa que busque la excelencia debe sacrificar la eficiencia bajo la excusa de ser “unicamente” prudente. Como en cualquier otro proceso de la empresa, prudencia y eficiencia deben ponderarse conjuntamente.
Explicamos nuestra visión en el vídeo: