Muchos CFO y tesoreros de empresas exportadoras se enfrentan mes a mes a las siguientes preguntas: ¿Cuánto volumen cubro? ¿Es mejor cubrir mayor o menor importe? ¿Cubro las previsiones de cobro o únicamente lo facturado?
Y la respuesta es “depende”.
Depende de la tolerancia al riesgo, de la capacidad de modificar los precios, de los objetivos predefinidos previamente, de la sensibilidad de los márgenes ante variaciones del tipo de cambio…
La tasa de cobertura es una de las métricas más importantes en la gestión del riesgo divisa. Refleja el porcentaje de los flujos de divisas previstos (o facturados) que tienes asegurados a un t/c fijo y conocido.
Una de las cuestiones que hay que tener clara es que tanto la sobrecobertura como la infracobertura son estrategias que pueden aumentar el riesgo en lugar de disminuirlo, por lo que tenemos que ser muy precisos a la hora de estimar las previsiones para utilizar una estrategia correcta.
Por otro lado, empresas que sólo cubren lo facturado están asumiendo también fuertes riesgos respecto de las ventas futuras, o bien asumir una pérdida de competitividad.
En futuros posts hablaremos con más en detalle sobre estas problemáticas pero recordad que en la gestión del riesgo de divisa (como en otras muchas áreas) es fundamental generar métricas que ayuden a cumplir los objetivos de la empresa.
El cálculo “a groso modo” o “intuitivo” son formas de hacer obsoletas debido a que no permiten mejoras ni análisis.